Desde hace unos años, siempre que se acerca el 2 de Enero, tenemos un coro de palmeros intelectuales que se dedican a ocupar su ocioso tiempo en enseñarles a los granadinos “lo malos” que fueron los Reyes Católicos y la maldad intrínseca que conlleva el asistir a un acto de un profundo “carácter fascista” como es la tremolación del pendón real de los Reyes Católicos desde el balcón del ayuntamiento de Granada, ceremonia que simula la tremolación de dicho pendón desde la Alhambra por las tropas castellanas tras la rendición del ejército musulmán el 2 de Enero de 1492.
Creemos que este año puede que se corra un serio riesgo de contagio de la gripe A y que hasta Obama lance una diatriba a todos los asistentes a la plaza del Carmen el próximo 2 de Enero. De Zapatero lo dudamos, ya que como el pobre tiene tantos problemas encima dudamos que nos dedique algo de su tiempo (sus hijas puede que sí). Con ello contamos, pero somos gente arrojada y atrevida.
Ironías al margen, no hace falta que ningún “intelectual de tercera” nos recuerde lo que significó la Toma de la ciudad de Granada; tampoco necesitamos que ningún miembro del partido comunista de España (léase IU) venga a darnos lecciones de democracia y tolerancia a los granadinos, teniendo en cuenta el bagaje “demócrata” con el que cuenta el partido comunista desde su fundación (¿no eran los comunistas los que predicaban la dictadura del proletariado como forma de democracia?); no necesitamos que feministas (¿qué tendrá que ver el feminismo con la Toma de Granada?) venga a decirnos a los granadinos a donde deben o no deben ir.
No necesitamos que toda la patulea de ociosos y demandantes de subsidios estatales agrupados tras el “Manifiesto 2 de Enero”, Asociación Pro Derechos Humanos, Granada Acoge, SOS Racismo, Asociación para la Solidaridad y la Paz de Andalucía (ASPA), Granada Laica, Izquierda Unida, Forum de Política Feminista, Comunidades Cristianas Populares, Consejo de las Mezquitas, Asociación de Mediadores Interculturales y Centro de Estudios Históricos de Andalucía nos digan que tenemos que celebrar.
Y mucho menos, los granadinos necesitan que mozalbetes en proceso de terminar la ESO, agrupados tras rimbombantes siglas tales como RASH Granada (Skinheads rojos y anarquistas de Granada), hagan gala de mensajes panfletarios y de amenazas a todos los asistentes.
Volveremos a salir a la calle, no lo duden. Volveremos a sentirnos orgullosos de ser granadinos; volveremos a recordar nuestra historia; volveremos a honrar a nuestros antepasados castellanos y volveremos, tal y como manda la tradición, a dar vivas a nuestra Patria: España.